jueves, 26 de septiembre de 2013

LA ROSA INCIERTA (de: Composiciones para un barrido y un fregado)

 
 






desde: Composiciones para un barrido y un fregado



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LA ROSA INCIERTA



Como sutil conocimiento, directo y certero
muy engañoso, muy achicoria alisada
muy baile de ensaladas de nariz fruncida
no y sí a veces , y sí y no eternamente para nada:
la intuición directa, la dalia enrojecida
la medusa y su cólera quejumbre o
la desnudez ruidosa de la musa a la luz de la ignominia
que traspasa la queja incierta:

Como rosa colorada, como vocación de lirio
que jamás al espejo mira su vergüenza
como falsa creencia que Carlos I
el muy odiado, no de Roma, al apa
en su caballo de tela, y pálido y sedoso y lánguido
como si en el espejo acompañado hubiera muerto
en el cadalso real
mente mentirosa y sin un pétalo
esa sutil rosa incierta.

¡Qué va! Si cuando la testa coronada rodó
ya Carlos no era que la rosa re-soñaba
cosiaca y despetalada y crédula
y poco antes llamaran rosa, o mosqueta
y no fuera más que lirio desvelado
y para nada universal o de metal obnubilado
y quieto en el espejo de su ira más incierta aún
que la misma rosa y su olvido y la carencia.

Administrar quiso el canto pero le acosaron los ruidos
y quedó ciego, y huérfano, y profano
como cabeza con la pata tiritante y estirada;
y así, tan densamente al aíslo de su balde
tan sólo puede ir de una orejita a otra orejita, mientras
las larvadas rosas
nos hieren la blancura. Provincianas como rosas en augurio
o ya secas.

Pero vino el hacha, y PAF.

Schuorlop     schuorluupjjjp,     ssschuuorlop,     sssssschhuuu:

PLONK

drip,
       drip,
               drip

                        Ya seco, y rojo, y global, izado,
bajos las patas de un caballo
en dos de las suyas

para la tristeza romana de saber que las rosas de nada le sirvieran.