jueves, 27 de enero de 2011

Ángeles y Demonios / De azahares y magnicidios / El ángel de la guarda




Desde: Carteros atrabiliarios, dulces energúmenos



DE AZAHARES Y MAGNICIDIOS
el ángel de la guarda




Deambulas por los naranjos que hubo en flor
con tu reloj trizado
/a eso de la hora cero en sombra de ese día
viento en humo de hora fija

o primavera en llamas

hora única
que no me has querido confirmar
porque estás catatónico perdido

Porque no respondes a sus sahumerios de esperanza
No activas sus vasos letrados
/sobre mesa desclavada/
No letreas lapiceros automáticos

Porque estás con todas tus plumas
desplumadas
clavadas / de once en once
el día en que aún / el cielo desplumado de tu pecho
yace cortado en dos:

la ráfaga SIG cruzó tu esternón
antes de encontrar el pecho
/ en predestino / en custodia a tu cargo
en su presente de sillones quemados y banderas
como humos

Yo sé que estabas allí

Espeluznante / catatónico
cuando el médico mayor militar
y el dentista mayor militar
auscultan tu pecho de tiempo en acribillo / o inerme
con informe de archivo en el vacío
de una Escuela avergonzada

Y el general      dijo
“que te vuelen las plumas de la cabeza carajo”

Y por segunda vez sentiste el metal esquirlas fuego
cruzando su cabeza de cadáver
volviéndote / repelunco / catatónico
perdido para entonces

Dime: sigues vivo?

Tal vez: / ahora / custodia que custodia / ese ejemplo para siempre?